
Artista figurativo y narrativo contemporáneo.
El arte y la arquitectura se entrelazan de maneras fascinantes en la obra única de un artista contemporáneo figurativo y narrativo. Esta fusión crea un enfoque innovador que trasciende los límites tradicionales entre estas dos disciplinas.
Un viaje atípico
Mi trabajo se distingue por su trasfondo poco convencional, combinando una formación en arquitectura con la pasión por la pintura figurativa. Esta combinación inesperada genera una dinámica profunda y significativa en mi trabajo. Mi formación en arquitectura constituye la base de mi enfoque artístico. Esta educación rigurosa me inculcó un enfoque estructurado del espacio, las formas y los volúmenes, habilidades que me gusta trasladar a mi práctica pictórica.
La originalidad de mi carrera radica en mi capacidad para fusionar armoniosamente los principios de la arquitectura con las técnicas de la pintura figurativa. Esta sinergia crea una estética distintiva, donde la precisión arquitectónica se encuentra con la libertad expresiva del arte pictórico.
La influencia de mi formación en arquitectura sigue siendo palpable en cada una de mis obras. Se manifiesta en su forma de abordar la composición , la perspectiva y la representación del espacio , intentando aportar profundidad conceptual a mis creaciones.
Este viaje atípico no es fijo sino que está en constante evolución. Continúo explorando nuevas formas de integrar mis conocimientos arquitectónicos en mi trabajo, superando continuamente los límites de la composición y la postura . Esta trayectoria única me ayuda a posicionarme como un artista atípico en el campo del arte contemporáneo, capaz de crear puentes únicos entre diferentes disciplinas artísticas.
La postura humana como lenguaje emocional.
En mi trabajo como artista figurativo y narrativo contemporáneo, la representación del cuerpo humano trasciende la simple ilustración visual para convertirse en un verdadero lenguaje emocional. Este enfoque único transforma cada pintura en una narrativa compleja y profunda.
Cada pose, cada gesto plasmado en el lienzo se convierte en una ventana al alma humana. Intento traducir las emociones más sutiles a través de la postura corporal . Un simple movimiento de la mano, una inclinación de la cabeza o la tensión de un músculo pueden revelar todo un mundo interior, ofreciendo al ojo una experiencia inmersiva y emocionalmente rica.
Mi fascinación por la anatomía humana juega un papel crucial en la creación de mis obras. Este conocimiento profundo del cuerpo humano me lo enseñaron y compartieron Camille HIRTZ y Camille CLAUS, profesoras de la Escuela de Artes Decorativas de Estrasburgo. Este dominio técnico no se limita a un simple ejercicio de estilo, sino que sirve para reforzar la expresividad y credibilidad de las emociones transmitidas.
En mis pinturas, los gestos se convierten en una forma de narración silenciosa. Cada postura cuenta una historia, evoca un sentimiento o sugiere una experiencia vivida. Quiero crear historias visuales complejas sin usar palabras, apoyándome únicamente en el lenguaje universal del cuerpo humano y los espacios por los que pasamos.
La influencia de mi formación en arquitectura es evidente en la forma en que ubico el cuerpo humano en el espacio pictórico. La relación entre la figura y su entorno se considera cuidadosamente, creando composiciones donde el cuerpo interactúa de manera significativa con el espacio que lo rodea, agregando una dimensión adicional a la narración emocional.
Exploro una amplia gama de expresiones corporales, desde posturas dinámicas y enérgicas posturas introspectivas y contemplativas . Esta diversidad me permite abordar una amplia gama de emociones y estados de ánimo, ofreciendo así una paleta expresiva rica y variada.
Al centrarme en el lenguaje corporal, creo un trabajo que resuena universalmente. Las emociones expresadas a través de la postura trascienden las barreras culturales y lingüísticas, permitiendo que una amplia audiencia se conecte íntimamente con las obras, independientemente de su origen o procedencia. Mis obras invitan al espectador a una exploración profunda de la postura humana, proporcionando una experiencia artística que es a la vez intelectualmente estimulante y emocionalmente atractiva.
La elección del formato cuadrado: un equilibrio arquitectónico
El formato cuadrado de los lienzos no es insignificante. Inspirado en los principios del equilibrio en la arquitectura, proporciona un marco sólido para explorar la postura humana en su totalidad, sin compromisos ni distracciones. Esta forma geométrica perfecta crea un marco neutro que resalta el tema central sin favorecer una orientación particular. El cuadrado, símbolo de armonía y estabilidad, me permite jugar con la composición por igual en todas las direcciones. Invita al ojo a viajar a través de la obra de forma circular , creando una experiencia visual dinámica y atractiva.
Este enfoque rompe con las convenciones del retrato tradicional, a menudo realizado en formatos verticales u horizontales. Además, el formato cuadrado se hace eco de la naturaleza misma del cuerpo humano, que puede caber en un cuadrado cuando se representa con los brazos y las piernas extendidos, como en el. Famoso dibujo del Hombre de Vitruvio de Leonardo da Vinci. Esta sutil referencia refuerza el vínculo entre arte, arquitectura y anatomía humana.
Al elegir este formato, mi trabajo me impone un desafío creativo: el de encontrar el equilibrio perfecto entre el tema y el espacio que lo rodea. Cada elemento de la composición adquiere entonces una mayor importancia, contribuyendo a la armonía general de la obra e invitando al espectador a una contemplación más profunda y reflexiva.
Una fusión innovadora entre arte y arquitectura.
En mi trayectoria artística, siempre me ha fascinado la intersección entre arte y arquitectura. Esta pasión me llevó a explorar un enfoque único donde la postura humana se convierte en el puente que conecta estas dos disciplinas. Mi trabajo se centra en la representación del cuerpo humano en el espacio. Veo cada silueta como una estructura viva, con sus líneas, curvas y ángulos. La postura, para mí, no es simplemente una posición del cuerpo; es un lenguaje visual que expresa equilibrio, tensión y armonía.
Mediante el uso frecuente del formato cuadrado en mis pinturas, creo un marco que evoca los principios fundamentales de la arquitectura. Esta forma geométrica perfecta me permite explorar la postura humana en toda su complejidad, sin las limitaciones de los formatos tradicionales. Cada composición se convierte así en un ejercicio de equilibrio, donde el cuerpo humano interactúa con el espacio que lo rodea, creando una dinámica visual única. Me esfuerzo por capturar la esencia de la postura humana en sus más mínimos detalles.
Cada inclinación de la cabeza, cada giro del torso, cada extensión de los miembros es para mí el equivalente a un elemento emocional. Juego con las líneas del cuerpo como lo haría un arquitecto con las líneas de un edificio, buscando crear una armonía visual que trascienda los límites entre arte y arquitectura. Este enfoque me permite explorar temas más profundos relacionados con la condición humana. A través de la postura busco expresar emociones, estados de ánimo e incluso comentarios sociales.
Cada obra se convierte así en una reflexión sobre el lugar del individuo en su entorno, ya sea físico o metafórico.
ARTISTA FIGURATIVO CONTEMPORÁNEO